Nuevo año, nuevos propósitos, nueva década y nueva visión de negocios. Ser verde jamás había tenido tanta importancia como ahora. Los proyectos ecológicos y ambientales sirven para las grandes empresas como un gancho para sustentar su desarrollo, pero en particular, se está convirtiendo en un factor fundamental para obtener financiamiento.
Las firmas ubicadas en Europa, Asia y Estados Unidos han sido las grandes impulsoras de esta tendencia.
Ante los problemas de cambio climático, altas emisiones de carbono, escasez de agua, entre otros, las entidades de financiamiento han etiquetado casi como “requisito” para obtener un crédito, ser verde.
De acuerdo con un estudio de la Corporación Financiera Internacional (CFI), las grandes empresas deben cumplir con un “plan ecológico” para ser sujetos de crédito. El documento precisa que esta exigencia empuja al sector empresarial a transitar hacia una producción más “sustentable”.
Algunos bancos como Cooperative Bank (Reino Unido), Triodos Bank (Holanda) y GLS Gemeinschaftsbank AG (Alemania), fueron los primeros en aplicar esta visión a escala global.
“Es casi una obra de caridad que una empresa diseñe un proyecto ambiental.”
La ecología dejó de ser de buenas voluntades para las empresas, ni siquiera es ya parte de un programa de responsabilidad social, ahora es casi una obligación.
Los gobiernos no se quedan atrás, la Unión Europea condicionó los créditos de bajo interés a todas aquellas empresas automotrices que tengan planes ecológicos.
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